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“Freed from Desire”: el clásico que volvió para hacer vibrar al Mundial de Clubes 2025

Apenas suenan los primeros acordes, las tribunas estallan en un coro que no entiende de idiomas ni camisetas: “na-na-na-na-na-na-na…”. Así arranca “Freed from Desire”, la canción que FIFA eligió como himno oficial del Mundial de Clubes 2025, y que ya se metió en el corazón de los fanáticos.

El torneo, que por primera vez reúne a 32 equipos en un solo país, encontró en este clásico noventero el ritmo perfecto para acompañar la fiesta global del fútbol. No es una canción nueva, pero sí es más actual que nunca.

La voz es de Gala, una artista italiana que lanzó la canción en 1996. En su momento, fue un éxito de discotecas, especialmente en Europa, pero su historia no terminó ahí. En 2016, la melodía volvió a explotar en las canchas: los hinchas del Wigan Athletic la transformaron en un cántico para alentar a su goleador Will Grigg. Desde entonces, se volvió un ritual en tribunas de todo el mundo.

Ahora, casi 30 años después de su estreno, “Freed from Desire” acompaña los goles, los abrazos y hasta los silencios previos a un penal en este Mundial tan esperado.

Aunque muchos la corean por su energía pegadiza, la canción también tiene un mensaje. En su estribillo, dice:

“My love has got no money, he’s got his strong beliefs…”
“Freed from desire, mind and senses purified.”

Es una declaración de principios. Una forma de decir que lo material pasa, pero las creencias, esas que se cantan a todo pulmón, no.

“Freed from Desire” no es solo una canción. Es un puente entre épocas, una melodía que invita a sentir, a creer, a cantar. En este Mundial, el fútbol no solo se juega. Se baila.